Me convertí en el guardián de una esclava, que había sido agredida por su anterior propietario.
Al principio las cosas eran raras. Ella naturalmente desconfiaba, pero a través de la comunicación nos volvimos amigos.
Un lazo se formo, y salimos a pasear juntos. Le compre ropa; ella las vestia.
A medida que pasaba el tiempo empecé a enamorarme de ella.